El día 6 de diciembre, día de la Constitución Española, es el día elegido por el Ayuntamiento de Villena para reconocer y premiar a personas y entidades con su labor sirvan de ejemplo para nuestra sociedad. La científica Nuria Ferrándiz y la Agrupación Teatral Aquilino Juan Ocaña han sido los galardonados este año. Además, la empresa Montescar, en su centenario, ha recibido el Diploma de Servicios Distinguidos a la ciudad.
Por parte del Partido Popular, ha sido el portavoz del grupo municipal, y candidato a la alcaldía de Villena, Miguel Ángel Salguero, el encargado de dar el discurso de felicitación a los galardonados. Intervención que reproducimos de forma íntegra a continuación:
Discurso de Miguel Ángel Salguero en el acto de entrega de la Arracada de Oro 2022
Señor alcalde, compañeras y compañeros de corporación, galardonados, vecinos y vecinas,
Buenos días.
La concesión de la Arracada de Oro de la ciudad es una distinción que no solo celebra los éxitos de los premiados, si no que reconoce en parte aquellos aspectos que identifican a la sociedad villenera y en cuyos referentes, como los hoy premiados, nos queremos reflejar.
En esta ocasión, la concesión de la arracada de oro a título individual, supone un humilde reconocimiento a la investigación oncológica, a la prevención del cáncer y a la mejora general de los mecanismos que permiten el acceso equitativo de todas las personas a las mejores herramientas terapéuticas.
Es cierto aquello de que dejamos de temer lo que aprendemos a comprender. La contribución a la ciencia y en definitiva a la sociedad de las investigaciones como las de Nuria nos dan esperanza, nos dan certeza y al fin y al cabo hacen que se conozcan mejor los mecanismos de la enfermedad para ofrecer cada vez soluciones y diagnósticos más favorables. Hacen, en definitiva, que entendamos más, y temamos menos.
Cada vez son más las personas, y sus familias, que afrontan ese torrente emocional que produce el diagnóstico de cáncer. Personalmente, también me ha tocado esta situación con especial gravedad las últimas semanas. Por lo que hoy no solo te quiero dar la enhorabuena, sino que también te quiero dar las gracias. Gracias por ofrecer un futuro mejor. De esperanza. A quienes en muchas ocasiones les cuesta seguir creyendo. Y fortaleza y aliento, a quienes en muchas ocasiones les cuesta seguir luchando.
Sirva este pequeño, pero sincero homenaje, para reivindicar el papel transformador de la ciencia y la necesidad de redoblar nuestros esfuerzos para facilitar la generación de conocimiento compartido en todo el mundo. Ojalá la administración pública esté a la altura de estos grandes proyectos, de estas grandes investigaciones y disponga de medios económicos suficientes para poder continuar con estas líneas de investigación. Hablamos de ciencia, de investigación, probablemente la herramienta más poderosa para avanzar en progreso y bienestar social.
También quiero destacar, en el plano colectivo, la importante labor realizada por el colectivo Aquilino Juan Ocaña que ha conseguido dar a conocer a la comunidad aquello que había quedado enterrado en el tiempo y que tal vez podría haber sido olvidado.
Una encomiable labor, un trabajo callado, que va más allá de lo que vimos materializado sobre el escenario: un trabajo complejo, de investigación y adaptación de materiales que no siempre son fáciles de acceder, materiales que pertenecen a otras épocas, muchos de los cuales se han perdido, están en mal estado de conservación o son privados; un trabajo constante, diligente y paciente, que arroja luz sobre nuestro pasado y que ayuda a conocer nuestra verdadera identidad cultural como pueblo. Cómo vivíamos, cuáles eran y son nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestros valores, nuestros símbolos y creencias; en definitiva, qué es aquello que nos diferencia y nos distingue de los demás. Que nos hace únicos.
La identidad de un pueblo no se puede definir solo como esencia sino como proceso. Y en ese proceso de formación de nuestra historia e identidad, juega un papel fundamental este tipo de iniciativas que nos ayudan a conocer mejor nuestro pasado, para entender mejor nuestro presente.
Visto con perspectiva y analizando los galardonados de todas las ediciones de la Arracada de Oro, podemos ver como ésta ha ido dibujando, con trazo firme, y describiendo con letras de oro, la sociedad ejemplar que queremos. Con los galardonados de esta ocasión se refuerzan en esa cuidada representación las notas de esfuerzo, compromiso, dedicación, constancia, entrega, talento, acierto y sacrificio.
Quiero, por último, dar mi más sincera felicitación a la empresa Montescar por este diploma de servicios distinguidos a la ciudad por sus 100 años de servicio. Un siglo vertebrando nuestro entorno, favoreciendo y posibilitando su crecimiento y mejorando las oportunidades de las personas que residimos en él. Llevando a trabajadores a sus lugares de trabajo, a estudiantes a sus centros de estudio, acercando a familias, y haciendo posible, en definitiva, el encuentro y acercamiento de personas.
Hoy en día muchas empresas de nuestra ciudad se enfrentan a una situación que cada vez es más compleja: el relevo generacional. Es uno de los aspectos que más preocupa a la empresa familiar. Por lo que debemos alabar el acierto de esta empresa, de no sólo superar un relevo generacional, sino 4, y el haber sabido adaptarse y sobreponerse a todas las situaciones complejas que durante el transcurso de un siglo acontecen en cualquier sociedad.
Ojalá este pequeño reconocimiento, sirva para reafirmarles a estos tres ejemplos en su trabajo para seguir engrandeciendo y dignificando nuestra sociedad.
Enhorabuena a todos, y muchas gracias por su atención.

