Dos miembros del Partido Popular de Villena, Pepe Hernández, candidato a la alcaldía, y Miguel Ángel Salguero, portavoz municipal, han estado este fin de semana en Madrid, en la convención nacional del Partido Popular que se ha celebrado en el pabellón 1 de IFEMA.
El PP ha escenificado durante todo el fin de semana su unidad y fortaleza con la presencia de Mariano Rajoy, José María Aznar, Soraya Sáenz de Santamaría, Alberto Nuñez Feijoo, y el resto de dirigentes populares, incluidos los dirigentes europeos como Manfred Webber, candidato a presidente de la comisión europea, Antonio Tajani, presidente del Parlamento Europeo y Esteban González Pons.
Esta convención coincidía, además, con el 30 aniversario de la refundación del Partido Popular y en la misma se ha reivindicado los valores de siempre, sin complejos, y en ella se ha exhibido músculo y la idea de que el PP es la única formación del centroderecha capaz de aglutinar todas las sensibilidades.
Además de los discursos de los dirigentes populares, se han celebrado distintas mesas redondas sobre economía, empleo, pensiones y bajada de impuestos con economistas de la talla de Daniel Lacalle; sobre respeto a los Derechos Humanos frente a las tiranías con Leopoldo López Gil, padre del opositor venezolanoLeopoldo López, Rosa María Payá, hija de Oswaldo Payá, asesinado por el régimen cubano, e Irving Cordero, activista por la democracia en Nicaragua.
Otra mesa en defensa de una legislación eficaz contra la delincuencia y la violencia contra las mujeres en la que se reafirmó la defensa de la Prisión Permanente Revisable, no como un castigo sino como garantía de protección frente a futuras víctimas, y se reafirmó, también, la defensa del PP en la lucha contra la violencia de género.
Mario Vargas Llosa
Como visita destacada, se contó con la presencia de Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura, quien habló de la democracia abierta y sus enemigos definiendo los nacionalismos como una verdadera peste de la humanidad, que está resurgiendo, y animó a dar la batalla de ideas y electoral frente al nacionalismo que “pretende romper las leyes, la constitución y la democracia de nuestro país. Por ello, los demócratas deben enfrentarse a él a cara descubierta”.
El premio Nobel lamentó la desaparición de la Barcelona que él conoció, “donde los españoles iban para sentirse europeos y era una de las grandes capitales de Europa pero el nacionalismo perverso y anacrónico que no ve más allá de sus narices la ha convertido en una ciudad provinciana”. En relación a nacionalismo catalán y comunismo, manifestó que “el comunismo es una utopía de un futuro que nunca será, y el nacionalismo es una utopía de un pasado que nunca existió.